Es la daga sedienta
Que desgarra mi piel
Es el veneno prohibido
Que recorre mi ser
Es fuego ardiente
Lleno de pecado y lujuria
Eres el sudor presente
En un acto sin premura
Tu cuerpo es el pecado
En lo carnal y espiritual
Tus labios deseados
En ellos, quiero pecar
Mnauel Enrique
No hay comentarios:
Publicar un comentario