Nostálgico, abrumado
Falto de tinta, falto de ideas.
El verso en mí fenece; un producto con fecha de vencimiento
Lástima que no hayan tarantines donde pueda recargar la
musa; la idea
La prosa no está. Ni siquiera en los anaqueles del mercado.
Me la robaron, o simplemente la dejé perder.
Peor aún la dejé morir por buscar una versión más moderna,
por algo más 2.0
Ya no pienso en octavillas, solo respiro en 140 caracteres.
En un pajarito azul volátil que me dicta el pensamiento.
Soy intruso en vidas ajenas
stalker de oficio…
Tan virtual como un código binario
Que se refleja en una soledad en Alta Definición.
Manuel Enrique
Junio de 2014
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